martes, 5 de junio de 2007


LAS AVENTURAS DE UN SALVADOREÑO EN NICARAGUA.

1 y 2 de junio /07.

Por: Illya González / El Salvador.

La noticia de la reunión del grupo de Nicaragüenses estudiantes en la Maika Balgaria se me introdujo en la cabeza como un extraño cosquilleo. Imagínense, tener la oportunidad de volver a conversar, abrazar, bromear y departir con algunas de las personas con las que compartiste los mejores años de tu vida. Esta idea fue algo que me dejó inquieto por un par de días.

Debo explicar que trabajo en una Empresa de Construcción donde nos dedicamos a la ejecución de proyectos Hidráulicos. En ese momento nos encontrábamos (lo mismo que en el presente) licitando varios proyectos y por ende preparando nuestras ofertas. En pocas palabras, logré terminar el trabajo que me fue asignado y obtuve el permiso para ausentarme varios días de la oficina.

Lleno de ansiedad y un extraño nerviosismo me puse en camino hacia el sur el día Viernes 1 de junio. Arribé a Managua a eso de las 4:00 pm. Un poco adolorido de la “parte posteriori spine dorsi” pues la línea o raya original casi había desaparecido después de 10 horas de viaje.

Fue a recibirme nuestra excelente amiga Belkys Ramírez que me condujo hacia la Empresa de Jorge Rugama (Cabo’e Puro) y Gerardo Vega (el Chele se encontraba en un viaje de negocios). Iniciaba así el reencuentro con algunas de las personas que fueron mis verdaderos hermanos en Sofía. Después de los saludos y abrazos de rigor nos dirigimos a un restaurante cercano y ordenamos el primer par de Cervezas bien heladas para tratar de mitigar el calor citadino. Minutos después se nos uniría Nolvia para conformar el grupo de llegada al bacanal.

A eso de las 7:00 p.m. llegamos al lugar donde se celebraba la Sreshta, no sin antes pasar por una gasolinera donde adquirimos el avituallamiento necesario para este tipo de menesteres y para no llegar como invitados pobres o sea llevando solo el hambre. El lugar es una paradisíaca propiedad a unos 30 minutos de Managua cerca de la ciudad de Masaya, propiedad de la familia Baca.

En este lugar Jorge y su familia han construido 3 cabañas estilo rústico, muy lindas, bellamente decoradas, fabricadas en madera con finos detalles y con todas las comodidades necesarias propias de un hotel 5 estrellas (algunos de Uds. han tenido la ocasión de verlas en las fotos enviadas hace ya algún tiempo por Jorge). La vista hacia la laguna de Masaya es impresionante. Con ese entorno, nos acercamos al lugar donde estaban distribuidas las mesas, barbacoa, bebidas y por supuesto los grupos de amigos.

Una vez mas, tengo que agradecer la hospitalidad de la familia Baca. Jorge y su familia habían preparado 2 pelibueyes (una especie híbrido parecido a un agne bez kózina), carne de cerdo y de res a la barbacoa. Había un bar-tender para atender y paliar la sed de los asistentes. En cuanto a los preparados etilicos: había un barrilito con 100 litros de cerveza, whisky, vodka, varios tipos de ron y un largo etcétera capaz de asustar al mismísimo Kadaffi.

Sería imposible enumerar a todas las personas que asistieron al evento. Probablemente ya los han visto en las fotos que envió Jorge por correo. Pero sí puedo dar fé de la camaradería y el ambiente festivo que privó durante todo el encuentro. Fue grato hablar y recordar con algunas viejas amistades: alli estaban Allan (el Tigre), Alonso, su hermano. Álvaro (del Karl Marx ), Mayorguita, Tristeza, Mario, Bernardo, Ismael, Ligia (Medicina, Sofia), Nelson y mi hermano Persy Rodríguez (al igual que un servidor, egresado del VIAS). Habían asistido también algunas búlgaras residentes en Nicaragua con sus respectivas familias y otros egresados Nicaragüenses que por haber estudiado en las provincias (Plovdiv, Stara Zagora, Pleven) yo no conocía por sus nombres : en total alrededor de 40 ó 50 personas.

Era muy grato ver como se formaban, deshacían y se formaban de nuevo los grupos de amigos donde las tertulias y anécdotas eran diversas y a cual más llena de gracia: “te acordás cuando estábamos en la chitalnia del Block....” o bien “que clase de sandía, brother” (refiriéndose a la panza del aludido), relatos sobre los ausentes y remembranzas de los años mozos. Nos dimos cuenta cuanta razón tiene Silvio Rodríguez: El Tiempo el implacable” (es de Silvio, no??).

Pasadas las once de noche sufrí mi primera advertencia: “Salva, hoy no te nos escapás”. Y me explicaron (no sin cierto tono de complot a lo “El Código Da Vinci”) que me llevarían a una gira nocturna por la Managua bohemia. Ante lo cual opté por medir mis ingestas etílicas pues sabe Dios qué me esperaba, nada leko a juzgar por las miradas de complicidad de mis interlocutores.

El anfitrión nos invitó a hacer una visita a las cabañas (situadas a unos 100 mts del lugar de la fiesta) y nos informó que estaban a la orden de los presentes y que los egresados contamos con un descuento especial en el alquiler. El lugar de la fiesta está al borde de un depresión geográfica. Allí han construido una habitación con una cama inmensa, aire acondicionado, con 2 de sus paredes de cristal para poder observar el bello panorama es decir, toda la laguna y su entorno de rocas de origen volcánico. A un lado hay una pequeña piscina tipo yakuzzi para satisfacer las tentaciones del romanticismo.

Después de la visita a las cabañas y al calor de los tragos empezaron a brotar anécdotas cada vez más y más picantes. La cena fue abundante y exquisita, hubo personas que hasta hicieron doblete y triplete. Entre conversaciones y tragos poco a poco la gente se fue yendo en medio de abrazos, apretones de mano y promesas de próximos encuentros.

Este servidor fue secuestrado por una banda formada por Nolvia, Ligia, Maribel, Ismael, Alvarito, Jorge Rugama, Allan y Persy. El destino: “El Mirador de Tiscapa” (un local situado a la orilla de una de las hermosas lagunas diseminadas por toda Managua). Por supuesto, como buenos patriotas que consumen lo que el país produce ordenamos varias botellas de Ron Flor de Caña Reserva Especial 7 años. A estas alturas del partido prácticamente todos estábamos ya medio plutos pero aun así las ganas de conversar y bailar pudieron mas que las prácticas tentadoras de Morfeo. La música en vivo nos sirvió de fondo para continuar los relatos sobre nuestras respectivas vidas y derroteros. Algo similar a la canción de FSB “Sled deset godini” compuesta para honrar la tradición búlgara de hacer “sreshti” después de 10 años de haber finalizado los estudios:

Pak shte se sreshtnem sled deset godini
Za da razkaje vseki ot nas
S kakvo se e preboril
Ot kakvo ne e zaspival
Y kakvo e nadjivial

Alrededor de las 3:00 am nos dimos cuenta que nosotros éramos los únicos sobrevivientes en el lugar por lo que decidimos hacer una retirada estratégica y buscar felicidad en otros horizontes. Allan se disculpó pues había adquirido un compromiso la tarde anterior (manejando hacia el Encuentro se pasó llevando la parte delantera, cito textualmente, del carro de un hijuelagranputa que no se fijó por donde venía) y Maribel se disculpó por la hora. Jorge y Nolvia se disculparon antes pues tenían trabajo pendiente na sledvashtia den.

El resto del grupo no contentos aun con el bagaje de guaro acumulado hasta esa hora, decidieron ir a la Rotonda de Bello Horizonte, lugar de Managua donde el divino néctar se brinda generosamente, sin medida y sin distingos de raza, credo o nacionalidad. Nuevamente (patriotas puros) pedimos un par de botellas de Flor de Caña. Debo hacer un paréntesis y agradecer acá la compañía de una fémina nicaragüense que muy pero muy amablemente nos brindó su compañía durante toda la noche (bailando y conversando) a pesar que su única bebida era Coca Cola y a pesar que tenía compromiso laboral por la mañana, me refiero a la Dra. Ligia a quien expreso mi agradecimiento público.


Me contaron mis anfitriones que a giras similares fue sometido nuestro querido hermano panameño el Mullah Eniercho, así que él realmente sabe de lo que hablo (y su hígado también).
Continuaron los relatos sobre sucesos acontecidos en la Maika Balgaria, promesas de hermandad eterna, (az tebe mnogo te uvajavam, ti si moi chovek, shte doida skoro be, ne mi li viarvash ? y taka natatak”) y al filo de las 5:00 am abordamos la camioneta de Persy Rodríguez y nos dirigimos a tratar de reconciliarnos con el bendito Morfeo a quien, hasta esa hora, habíamos ignorado de la manera más altanera y desdeñosa.

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